Nacida
como una competición que enfrentaba a los campeones de España, Francia,
Portugal, y Italia, la Copa Latina es considerada el embrión de la
actual Copa de Europa
COPA
LATINA
Nascuda
com una competició que enfrontava als campions d’Espanya, França,
Portugal i ltàlia, la Copa LLatina és considerada com l’embrió de
l’actual Copa d’Europa.
TEMP
DATE
PLACE
ATT.
REFEREE
TEAMS
TEAMS
90'
1.948-49
25-06-49
Barcelona
BARCELONA
Velasco, Calvet, Curta,
Torra, Gonzalvo III, Gonzalvo II, Basora, Seguer, Cesar, Canal,
Nicolau.
Extinta competición futbolística europea que enfrentó, entre
1949
y 1957,
a los campeones de las ligas de
Francia,
Italia,
Portugal y
España. La competición tuvo un gran prestigio por ser la
primera competición internacional europea que enfrentaba a los
campeones de los países latinos, y fue considerada la segunda
competición más importante de Europa tras la
Copa Mitropa, concebida con anterioridad, y que enfrentaba a
conjuntos de los países del este de Europa.
La Copa Latina se
disputaba cada año en una sede diferente, de uno de los cuatro
países participantes. Un sorteo decidía los emparejamientos de
las dos semifinales. Los ganadores de las semifinales disputaban
la final. Los perdedores disputaban el partido por el tercer o
cuarto puesto.
El campeón de la Copa Latina obtenía el derecho a
disputar la
Copa Martini Rossi, predecesora de la actual Supercopa de
Europa, frente al campeón de la Copa Mitropa.
La competición dejó de disputarse en
1957
tras la consolidación de la
Copa de Ferias y la
Recopa de Europa, competiciones creadas en
1955.
Revisad:
29/12/2019
En el centro de Europa ya se disputaba desde 1927 un torneo, la Mitropa Cup, que
enfrentaba a los campeones de Austria, Hungría, Yugoslavia y Checoslovaquia.
Años más tarde se fueron sumando los campeones de Italia (1929), Suiza (1936) y
Rumanía (1937). Además, prueba del interés que generaba la competición, que se
alargó hasta 1992, fue el cambio de formato que adoptó en 1960. A partir de
entonces dejó de jugarse a partidos de ida y vuelta para empezar a disputarse
bajo el formato de liguilla, como sucede actualmente en la Champions League y la
Copa de la UEFA.
Para países como España, Francia y Portugal no pasó desapercibido el éxito de la
Mitropa Cup, de ahí que, junto a Italia, buscaran una fórmula para llevar a cabo
una competición internacional que levantara la misma expectación e interés que
la que se jugaba en el centro de Europa. Bajo estas premisas nació la Copa
Latina en 1949, una competición que hacía años rondaba en la cabeza de muchos
pero que nunca había visto la luz.
Se acordó que cada año jugarían los campeones de Liga de cada una de las
naciones participantes y que cada año se celebraría la competición en uno de los
países, siendo España el primer estado en organizar el torneo, para seguir
jugándose en Portugal, Italia y Francia. También se dejó claro que la copa en
disputa se la adjudicaría la Federación del país que tuviera más puntos al
finalizar cada ciclo de cuatro años, otorgándose cuatro puntos al equipo
campeón, tres al finalista, dos al tercer clasificado y uno al cuarto.
El 2 de enero de 1949, en Barcelona, tuvo lugar una reunión en la que quedó
establecida la reglamentación del torneo, así como el orden de los partidos de
la primera edición, que reunió al CF Barcelona (éste era entonces el nombre
oficial del club), Sporting Club de Portugal, Stade de Reims y Torino Calcio,
todos ellos campeones de sus respectivas Ligas la temporada 1948-1949. Las sedes
que la Federación Española de Fútbol eligió para el evento fueron dos: Barcelona
y Madrid.
Mientras en el estadio Metropolitano de la capital se jugaba la semifinal entre
el Sporting y el Torino, que ganaron los portugueses por 3:1, en Barcelona, el
domingo 26 de junio de 1949, se disputaba el choque entre el CF Barcelona y el
Stade de Reims. El equipo catalán no tuvo problemas para superar al campeón
galo, al que endosó un severo 5:0. El conjunto barcelonista, dirigido por el
uruguayo Enrique Fernández, alineó a Velasco; Calvet, Curta, Torra; Gonzalvo III,
Gonzalvo II; Basora, Seguer, César, Canal y Nicolau. El equipo francés, por su
parte, jugó con Paul Sinibaldi; André Jacowski, Robert Jonquet, Roger Marché;
Armand Penverne, André Petitfils; Pierre Bini, Albert Batteux, Jean Prouff,
Pierre Sinibaldi y Pierre Flamion. Dirigió el choque el italiano Giacomo
Bertolio y los tantos los firmaron Seguer, Nicolau, César (2) y Canal.
El partido tuvo poca historia debido a la neta superioridad del equipo catalán,
que llegó al descanso con una ventaja de 2:0 gracias al acierto de Seguer a los
6 minutos, después de rematar de cabeza un saque de esquina lanzado por Nicolau
y desviado por César, y de Nicolau, a los 25, que aprovechó un error del meta
galo al no blocar un esférico, para introducirlo, desde cerca, a la red. Con
este resultado se llegó al descanso. Nada hacía presagiar que los barcelonistas
no llegarían a la final...
En la segunda mitad el Barça finiquitó el partido en apenas un cuarto de hora.
César hizo subir el 3:0 a los 60 minutos después de un córner lanzado por
Nicolau y, nuevamente César, a los 69, firmaba el cuarto tras una asistencia de
Canal. El 5:0, que llegó en el minuto 74, lo anotó Canal después de un gran
servicio de Seguer. Henri Roessler, el entrenador del Stade de Reims, se lamentó
de la imagen ofrecida por sus pupilos. “El 4:1 hubiera sido mejor que el 5:0”,
dijo.
El partido estuvo presidido por Jules Rimet, presidente de la FIFA, y fue algo
así como una ‘segunda parte’ del que jugaron Francia y España en el estadio
Colombes de París el 19 de junio de 1949. El equipo español, con Basora (que
anotó un ‘hat trick’) y Gonzalvo III, se impuso por un escandaloso y humillante
1-5 a los franceses.
La final estaba servida entre el CF Barcelona y el Sporting Club de Portugal. El
choque se disputó en el estadio de Chamartín de Madrid el lunes 3 de julio
(19:30 horas) y los catalanes se impusieron por 2:1 a los portugueses.
El Barça jugó con Velasco; Calvet, Curta, Calo; Gonzalvo III, Gonzalvo II;
Basora, Seguer, Canal, César y Navarro. El equipo luso, dirigido por Cándido de
Oliveira, lo hizo con Joao Mendonça Azevedo; Octávio Barrosa, Manuel Marquez,
Juvenal Silva; Carlos Augusto Ribeiro Canário, Veríssimo Alves; António Jesus
Correira, Manuel Vasques, Fernando Baptista dos Seixas Peyroteo (ANG), José
António Barreto Travassos y Albano Narciso Pereira. Pitó el francés Victor Sdez.
Seguer inauguró el marcador en el minuto 10, después de rematar de cabeza un
centro de Basora. Empató Correira en el 27 de un colocado y sorprendente disparo
cruzado, pero en el 49 Basora firmó el triunfo blaugrana en la primera edición
de la Copa Latina después de culminar una excelente jugada personal. El Barça
pudo aumentar la diferencia, pero un disparo de Gonzalvo III desde casi medio
campo que se estrelló en el larguero y una desafortunada acción de Navarro, a
puerta vacía, privaron al cuadro catalán de llegar al final con mayor
tranquilidad.
Destacó, por encima de todo, la vuelta olímpica que dieron los blaugrana tras la
finalización del choque, ofreciendo la copa al público de Chamartín, que
ovacionó sonoramente a los hombres de Fernández. Los aplausos fueron muy
generosos por tratarse del enemigo deportivo número uno del Real Madrid...
El entrenador del Barça aseguró que nunca había temido por el resultado pese a
apretar los portugueses en la recta final del choque. “No pasé miedo en este
sentido”, dijo. Añadió que “cometería una injusticia si no destacase la
actuación extraordinaria de Basora”. Y es que el extremo catalán hizo un partido
soberbio. Inolvidable. Pero él apenas le dio importancia. “Hice mi trabajo... Si
digo que he estado bien dirán que soy un fanfarrón”, argumentó. El técnico
portugués reconoció la superioridad blaugrana: “La verdad es que ganaron
merecidamente, Basora fue el mejor sobre el campo y mi equipo acusó el cansancio
de un final de temporada muy cargado”.
El tercer y cuarto puesto lo disputaron el Torino y el Stade de Reims en el
campo de Les Corts, ganando los italianos a los franceses por 5:3. Todo un
festival de goles. El conjunto trasalpino estaba superando la catástrofe aérea
que sufrió a las 17:05 horas del fatídico 4 de mayo de 1949, cuando el avión que
les llevaba de Lisboa a Turín, debido a las pésimas condiciones climatológicas,
se estrelló contra el muro de la Basílica turinesa de Superga. Todo el equipo
murió en el accidente. La Federación Italiana propuso que el subcampeón de Liga,
el Inter, afrontara la Copa Latina, pero el Torino se opuso y, con un equipo
joven e inexperto, se presentó a España para dar la cara. Y la dio,
especialmente en la final de consolación. El equipo italiano jugó los dos
partidos con anchos brazaletes negros, en perenne recuerdo a los campeonísimos
fallecidos en la tragedia de Superga.
La primera Copa Latina ya era historia. El Barcelona se la había adjudicado
ganando los dos partidos y dando una imagen extraordinaria. Recibió grandes
elogios de toda la prensa especializada de Europa.